sábado, 21 de julio de 2012

Bankia: Que paguen los atracadores


Rodrigo Rato

Aun en medio de los sobresaltos que está produciendo el desplome de Bankia en la economía y las finanzas de nuestro país, es evidente que desde la ciudadanía española hay que reclamar la asunción de responsabilidades por parte de los ejecutores de la política económica y financiera durante los últimos años en España.

Este episodio, que no será el último, es absolutamente revelador de la forma suicida de conducir a las entidades financieras por un callejón sin salida sin más objetivo que una huida hacia adelante en la que las victimas vamos a ser los contribuyentes españoles. Es mejor no dar cifras puesto que éstas aumentan a velocidades increíbles a medida que la verdad va saliendo a la luz.


La mezcla de políticos ambiciosos, financieros codiciosos, supervisores ciegos y auditoras indignas de tal nombre ha dado lugar a una monumental estafa basada en el sector inmobiliario. La prima de riesgo asciende meteoricamente en manos de los mismos especuladores que antes atizaron el incendio del ladrillo español. El círculo virtuoso se rompió y se transforma en terrible apisonadora que amenaza a la inmensa mayoría de ciudadanos que trabajó con honradez y pagó sus impuestos hasta el último céntimo de euro.

Y sin embargo, los atracadores parecen irse de rositas en medio de un país arrasado y económicamente en la postración para un largo periodo de tiempo. Esto no puede ser así bajo ningún concepto si los ciudadanos nos queremos seguir considerando como tales. Los responsables tienen nombre y apellidos y también fortunas enormes acumuladas en forma de bonus, stock options y pensiones multimillonarias. Diversos nombres para lo que se debe considerar el botín de los atracadores.

Sobre este colectivo ha de caer la mano de una justicia dura e implacable. Si nos permitimos una vez más que los sinvergüenzas que nos saquearon vuelvan a salir impunes, los españoles habremos perdido mucho más de lo que ya nos están arrebatando como el trabajo digno, las pensiones, la sanidad o la educación. Habremos perdido la dignidad, y eso no tiene rescate posible.

Si Bankia y otras entidades van a ser publicas en la ruina, habrán de seguir siendo públicas como instrumento para hacer crecer a este país desde unas bases económicas sólidas y honestas en beneficio de TODOS (ver nuestro documento sobre Banca Pública).

Pero los culpables de este atraco habrán de ser castigados y no bastan comparecencias pactadas ni inútiles comisiones de investigación. La Justicia es la solución y en los tribunales es donde deben sustanciarse las responsabilidades de aquellos que han utilizado a las entidades financieras de nuestro país en su propio beneficio dejando que las consecuencias de su caída recaigan sobre los ciudadanos más desprotegidos.

Ramón García Hernández. Secretario de Organización y responsable de la Comisión de Economía y Mundo Laboral de Izquierda Republicana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario