viernes, 10 de agosto de 2012

400 Euros

Mariano Rajoy, nuestro flamante Presidente del Gobierno de España, se ha ido de vacaciones sin aclarar si prorrogará la ayuda de 400 euros a los parados sin prestación o condenará a la miseria a millón y medio de españoles que tienen el subsidio de desempleo como única fuente de ingresos, sin posibilidades de trabajar.

Algunos desvergonzados de la derecha sostienen que el subsidio desincentiva a los que lo perciben para buscar activamente empleo, no deben de observar mes a mes cómo suben las cifras de desempleo, la tasa de paro, el número de familias en las que ningún miembro trabaja y los parados de larga duración.

Con una reforma laboral que solo ha servido para facilitar el despido barato, indiscriminado e injusto. Con el número de EREs en récord histórico con lo que ello supone de salida de miles de trabajadores del mercado laboral por la puerta de atrás. Con una tasa de desempleo juvenil que ronda el 50%, hablar de los que tienen la desgracia de estar desempleados no buscan realmente trabajo, además de falaz es cruel.

Quitando algún esperpéntico asalto a una superficie comercial para robar alimentos y repartirlos entre los pobres, que lejos de ayudar a la causa que pretende defender ha supuesto el escarnio, la mofa y la befa de los que nos miran desde sus despachos ministeriales, sus coches oficiales, sus varios sueldos y sus comidas de los viernes, lo cierto es que la realidad se vuelve insostenible en decenas de miles de hogares españoles: no hay empleo, sube el IVA, el IRPF, la luz y el gas, la gasolina, las tasas universitarias, los impuestos locales, bajan los salarios, se cobra por los medicamentos, las tarjetas sanitarias, las ambulancias o las prótesis…

No quiero ni imaginar lo que supondrá para aquellos que llegaron a España de manera irregular en busca de un futuro mejor para sus familias, de un poco de dignidad, de un mañana que ofrecer a sus hijos, y que ahora se verán obligados a pagar si no quieren que les dejemos morir a las puertas de los hospitales.

¿Qué moral es esa que no solo considera bueno el dinero de aquellos a los que trata como ilegales en todo lo demás? ¿A qué dios rezan estos, que tan poco caritativos se muestran con los que realmente lo necesitan? ¿Cómo hemos consentido que en seis meses, un sistema sanitario que era la envidia del mundo, que se utilizaba como ejemplo en países como Estados Unidos, haya sido completamente desmantelado? ¿A los maridos de quién se está enriqueciendo con la privatización de la Sanidad?

El principio de solidaridad que inspira el Estado de Bienestar se basa en que aporta más el que más tiene y recibe más el que más necesita. Todos nos sentíamos cómodos pagando impuestos, sufriendo retenciones en nuestras nóminas para la Seguridad Social porque sabíamos que eso valía para que nadie en España muriera esperando un tratamiento médico, para que ningún anciano pasara los últimos día de su vida solo y abandonado sin recibir los cuidados que requiriese, para que ningún niño, ni los que vivían en chabolas de manera casi infra humana, se quedara sin educación e incluso sin un buen desayuno o comida en el cole, para que aquellos que no se pueden valer por si mismos tuvieran a su lado quien se ocupara de ellos…

¿Cómo hemos dejado que en seis meses todo lo noble y lo bueno que inspiraba nuestra sociedad, el Partido Popular lo haya convertido en negocio, sospecha, miseria y hambre?

Martu Garrote

 

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