Reproducimos integramente la entrevista realizada a Ramiro Gil Morel, coordinador general del Partit Republicà d'Esquerra por Diario la Cámara
¿Confían en una victoria de la izquierda en esta elecciones?
Más bien la realidad parece apuntar en sentido contrario. La situación actual, en la que, pese a los recortes y la nefasta gestión de la derecha de CiU en Catalunya y del PP en España, parece que ello no ha afectado de forma muy significativa a la intención de voto y, según las encuestas, la derecha catalana va a ganar de calle estas elecciones. Esto se debe a que parece que tienen ganada la batalla ideológica en estos momentos, y han logrado justificar ante buena parte de la opinión pública sus políticas de recortes, echando la culpa al gobierno central y erigiéndose como única fuerza capaz de impulsar el proyecto de independencia como solución a todos los males de Catalunya, sin nadie que haga frente a este discurso desde la izquierda de forma convincente.
¿Cómo ven a las fuerzas de la izquierda actualmente?
Nosotros hacemos una distinción entre la izquierda “institucional” por así decirlo, la que está presente en el parlamento y entra en el juego político, la que forma parte del sistema, y la otra izquierda, la extraparlamentaria, formada por ciudadanos con intenciones claras de transformar social, económica y políticamente el país.
Esta “izquierda institucional”, formada en Catalunya por PSC, ERC y ICV-Euia, esta profundamente desgastada y marcada por la mala gestión del gobierno del tripartit, una etapa en la que se despilfarró mucho dinero público y no hubo una acción de gobierno de izquierdas concreta. Al electorado de izquierdas, que tiende a ser más crítico y exigente con sus representantes, le da la sensación que aquello fue un juego de repartirse el poder del que gozaban y no contribuyeron en nada en la mejora del reparto de la riqueza ni en la justicia social. No hubo transformaciones significativas en la mejora del estado del bienestar, ni en mejorar la economía productiva, ni en prever ni prevenir la crisis que se avecinaba. El tripartit es en parte responsable de la agudización de la crisis en Catalunya.
Ahora que están en la oposición, su credibilidad, debida a su mala gestión anterior, está por los suelos y todo vaticina un fracaso electoral de la izquierda institucional, que no ha sabido ofrecer una alternativa de izquierdas creíble ni suficientemente combativa ante la oleada de recortes neoliberales que están aniquilando en tiempo récord el estado del bienestar. Hay que destacar también la ambigüedad e hipocresía de partidos como el PSOE, que ha apoyado medidas antidemocràticas y neoliberales como la reforma de la constitución, indultos a personajes afines o la primera oleada de recortes, medidas que nos hacen difícil pensar en el PSOE como un partido de izquierdas.
En cuanto a la otra izquierda, la que no está representada en el parlamento, a la que pertenecemos nosotros, padecemos una grave situación de desigualdad que hace que no podamos participar en las elecciones en igualdad de condiciones que las otras fuerzas parlamentarias aunque tengamos un programa tan serio y convincente o más que el de ellos. Esto nos sitúa en grave desventaja y los ciudadanos no pueden informarse de las distintas opciones que se presentan. Ello unido a la falta de recursos para hacer campañas electorales masivas hace que nuestros resultados electorales sean a menudo modestos.
¿Qué supondría una nueva victoria de CiU en Catalunya?
Una nueva victoria de CiU en estas elecciones supondrá, por un lado, el mantenimiento de un debate mediático sobre la independencia en Catalunya, que no sabemos si va a llevar a la convocatoria real de un referéndum, si es puro oportunismo político o va a llevar a un callejón sin salida, pero que va a difundirse hasta la saciedad por los medios, ya que este debate le ha servido y le va a seguir sirviendo perfectamente a CiU para justificar los duros recortes y medidas neoliberales que van a imponer en los próximos meses, los cuales van a agudizar aún mas los efectos de la crisis en Catalunya y van a afectar muy significativamente a los servicios y a los trabajadores públicos.
Por otra parte, si CiU consigue una mayoría suficientemente cómoda, ello le va a permitir implantar durante los próximos 4 años sin oposición las duras políticas neoliberales que tiene preparadas, sin tener que pactar incómodamente con el PP, o haciendo pactos puntuales con otras fuerzas (ERC ya se ha ofrecido como socio fiel a cambio de mantener el rumbo hacia la independencia). Podemos esperar más recortes, privatizaciones de hospitales y empresas públicas, servicios públicos más precarios, y ni una sola medida para recaudar ingresos de los verdaderos culpables de la crisis.
Dada la segmentación de partidos que existe en estos momentos parece inevitable la existencia de pactos. ¿Con qué partidos se plantearía negociar para sacar iniciativas adelante?
En el hipotético caso de que el PRE llegara al parlamento, y siempre bajo la premisa de un acuerdo programático, pactaríamos preferentemente con cualquier fuerza de izquierdas pero nunca obsesionados por conseguir ningún privilegio, ni prebenda ni cuota de poder alguna. El PRE basa su acción política en la coherencia ideológica y en la aplicación de un programa claramente de izquierdas y al servicio de los ciudadanos ante todo. Los ciudadanos que nos votan saben que en ello pueden confiar.
¿Qué medidas cree que deberían tomarse en estos momentos en Catalunya?
Como medidas principales, en primer lugar detener a toda costa los injustos recortes que se están aplicando en estos momentos y cuyos efectos están siendo devastadores sobre los servicios públicos y la ciudadanía. En segundo lugar buscar fuentes de ingresos alternativas a los recortes, es decir, persiguiendo el escandaloso fraude fiscal que existe en este país, recuperando impuestos como el de patrimonio, y subiendo aquellos impuestos que afecten a las rentas más altas, o al consumo de productos de lujo. Asimismo, debería hacerse una reducción de sueldos de los cargos públicos y la supresión de muchos puestos políticos y administrativos que son hoy por hoy innecesarios, gestionar de forma mucho más racional los recursos que se disponen, en base al interés general y a las prioridades que son los servicios públicos. Más a largo plazo, hay que invertir esfuerzos en transformar nuestro modelo económico, energético, agrícola e industrial para hacerlo autosostenible, justo, limpio y que garantice los puestos de trabajo y los derechos básicos de las generaciones actuales y futuras.
En lo respectivo a la cuestión nacional catalana, estamos convencidos de que después de lo visto el 11 de septiembre, es imperativo resolver cuál es la voluntad del pueblo catalán mediante un referéndum sobre la independencia, pero también es necesario que se explique seriamente a la ciudadanía de Catalunya cuales son las alternativas y sus consecuencias. Nosotros defendemos como alternativa un sistema federal, en la que la soberanía fiscal resida en Catalunya y ésta pueda gestionar adecuadamente sus competencias, servicios e inversiones.
Por último, creemos que es necesaria una reforma del sistema político en la dirección de facilitar el control ciudadano de los políticos, hacer más fácil la toma de decisiones mediante referéndums y democratizar el funcionamiento electoral, mediante listas abiertas, elecciones de alcaldes y presidentes a doble vuelta u otras medidas encaminadas a mejorar la calidad de una democracia que hoy por hoy está totalmente desprestigiada.
¿Su partido, en estos momentos, se acerca más al marxismo teórico que a la socialdemocracia europea?
No nos identificamos con ninguna de las dos corrientes mencionadas, por cuanto nuestro partido pertenece a una corriente ideológica de la izquierda alternativa al marxismo y a la socialdemocracia, que es el republicanismo de raíz radicalsocialista. Nosotros defendemos una democracia republicana frente a la democracia liberalrepresentativa en la que vivimos actualmente. El trilema Libertad, Igualdad, Fraternidad resume nuestro planteamiento ideológico, por el cual la libertad consiste en no ser dominado por otros, frente a la idea liberal que ve la libertad únicamente como el hecho de que no haya nada que interfiera en nuestra vida. Entendemos que la intervención del Estado es necesaria para garantizar las libertades y los derechos que los ciudadanos, organizados políticamente en una democracia, se han dado. Por ello defendemos que la ciudadanía debe tener un papel activo en la defensa y en la participación de la vida pública, bajo el principio de igualdad de poder o de capacidad de decisión.
Estamos lejos de los planteamientos marxistas de la dictadura del proletariado al mismo tiempo que lo estamos del conformismo liberal de la socialdemocracia. Para nosotros el Estado, es decir la República organizada de forma radicaldemocrática, no debe verse como un ente opresor, sino como un poder del que todos participamos en igualdad, que garantiza nuestros derechos y se preocupa por todos sus ciudadanos manteniendo por encima de todo el bienestar y el repartimiento de la riqueza entre todos de la forma más justa posible. Es un concepto del estado bastante alejado del actual.
¿Existe una verdadera rebelión en la calle o todavía falta para que las importantes movilizaciones sociales que se están dando se puedan calificar de rebelión?
Están empezando a verse focos de lucha en las calles pero las graves consecuencias de la crisis no han despertado todavía significativamente a una sociedad española que llevaba demasiado tiempo aletargada y sin conciencia social. Es de esperar que el agravamiento de la situación en los próximos meses o incluso años hagan que los ciudadanos se den cuenta de que lo que está ocurriendo no es pasajero sino que se trata de una verdadera guerra de clases contra la dignidad ciudadana y humana, y que sólo en nuestras manos está el detenerlo a tiempo. Cuando haya huelgas indefinidas que paralicen el país, los servicios públicos, los transportes, y un enfrentamiento serio y organizado con las fuerzas represivas del estado que amenace de verdad al régimen, entonces podremos hablar de una rebelión generalizada.
¿Qué posibilidades tienen Catalunya para evitar o aminorar las medidas de recorte del PP?
El gobierno de la Generalitat tiene en su mano disminuir los recortes del PP, fundamentalmente buscando ingresos en otra parte, modificando y recuperando aquellos impuestos que son de competencia autonómica, fundamentalmente aquellos que afecten a las rentas altas, y dando ejemplo con una gestión más eficiente y prioritaria de los recursos económicos. No puede ser que lo primero que se recorte sea sanidad y educación mientras se subvencionan entidades afines a los intereses de CiU o se mantienen los elevados sueldos y gastos de los cargos públicos. Sin embargo, Catalunya hoy es la comunidad que va en cabeza de los recortes en toda España, de hecho CiU fue pionera en implantar el copago sanitario o los recortes arbitrarios a los interinos en educación, por ejemplo.
¿Creen que la independencia ayudaría a Catalunya o sería una complicación añadida?
Es algo difícil de prever porque se barajan muchos datos y las consecuencias pueden ser varias dependiendo del escenario que pueda darse. No creemos que la independencia sea algo inviable, Catalunya es un país muy dinámico económicamente, pero al mismo tiempo construir un estado nuevo desde cero requiere tener unas instituciones, por ejemplo unas fuerzas armadas o una diplomacia, que también suponen un gasto. En todo caso la independencia es una cuestión de voluntad ciudadana, algo que debe decidirse democráticamente. Pero no es una solución a la crisis o a los recortes tal y como se está planteando.
Para nosotros, existe una vía alternativa muy razonable que es el federalismo, un modelo bajo el cual Catalunya gestionaría sus propios recursos económicos sin agravios fiscales y al mismo tiempo sin tener porqué salir de España, y respetando la identidad de sus ciudadanos. Pero claro, para ello sería necesario cambiar la constitución, el régimen y la concepción de España, como una verdadera nación de naciones, con respeto y protección de sus distintas lenguas e identidades. Ese es nuestro sueño, el de la III República federal, y eso es algo que otros partidos que se autodenominan “federalistas” no plantean de forma clara ni mucho menos creíble. Estamos convencidos de que si el PRE lograra dar a conocer a la ciudadanía nuestro proyecto, un gran número de catalanes defenderían esta opción.
Debido a la desilusionada que está la sociedad en general con la política. ¿Qué políticos ofrece su formación?
Nuestros políticos son ante todo ciudadanos activos, cada uno con su propio oficio, que participamos en política porque creemos que sólo desde ella pueden cambiarse las cosas, creemos en unos ideales con la sola voluntad de ejercer la política como servicio público y no como beneficio personal. No somos políticos profesionales (y además creemos que dicho modelo de clase política debe desaparecer), y en ello radica nuestra diferencia fundamental con otras fuerzas políticas, y también la base de nuestra credibilidad para presentarnos en confianza ante los ciudadanos. Dedicamos nuestro tiempo de ocio a la política, y esta nos supone un sacrificio, también económico, para intentar mejorar la sociedad y hacerla más justa, libre y democrática para todos.
Muchas veces nos dicen que si llegáramos al poder nos corromperíamos como todos. Hay que recordar que aunque la mayoría, no todos los políticos que hemos tenido se han aprovechado de su cargo, y que además esta creencia refleja una moral mezquina por la cual quien afirma esto se identifica automáticamente con el político corrupto y cree que en su misma situación, él también sería corrupto. Nosotros tratamos de dar ejemplo con nuestro trabajo diario y con honradez de que no todos los políticos somos iguales.
Además, hay que decir que nuestro partido se financia y se financiará exclusivamente por sus propios medios y no se endeuda con ninguna entidad financiera o crediticia, lo cual sería ceder al chantaje de la banca, y vender nuestras ideas al mejor postor. Mantener este concepto es garantizar nuestra independencia, y eso es algo que no todos los partidos pueden decir, especialmente los que están en el parlamento.
Por último, ¿citarían algún referente de la política actual o algún líder histórico que consideran necesario en estos momentos?
Todos podemos admirar a algún personaje histórico o a algún líder, aunque los personajes históricos son lo que son y se ajustan a sus circunstancias históricas. Los republicanos somos poco dados a idolatrías, aunque personalmente sí citaría, entre otros, como ejemplos de honestidad y compromiso de la política actual o reciente de nuestro país a Julio Anguita, Jose Antonio Labordeta o Joan Tardà, o como referente histórico, a Marcelino Domingo. Son personas que con su ejemplo deben inspirar a los líderes del presente y del futuro, que tan necesarios son en estos tiempos de cambios y transformaciones globales.
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