La economía española se encuentra en una situación compleja y de gran
vulnerabilidad. A corto plazo, el ajuste fiscal pasará factura en términos de
crecimiento e inflación. La subida de impuestos y los recortes de gastos harán
que se intensifique la tendencia descendente de la actividad, pudiendo tocar
fondo a mediados de 2013. Al mismo tiempo, la inflación seguirá su tendencia al
alza durante los primeros meses de 2013 debido al encarecimiento de los
productos energéticos y al impacto de la subida del IVA. ¿Se trata de
algún maldito documento apocalípticosindical? Pues no. Esto es lo que
el Informe de
Previsiones de la Economía Española 2012-2013, elaborado por el Servicio de
Estudios de CEOE, dice sobre nuestro inmediato y borrascoso futuro. Y hay
más…
Según las previsiones de la patronal, en 2012 la caída del PIB será del 1,6%
(por encima del 1,5 previsto por el Gobierno) y en 2013, también (en este caso,
muy por encima de la caída del 0,5 estimada por el Ministerio de Economía). Y
seguiremos cayendo, entre otras cosas, porque, según CEOE, en estos ejercicios
el gasto de las familias seguirá retrocediendo (-2,1%). ¿Y por qué retrocederá
el gasto
familiar? ¿Por qué no tendremos un cochino duro para comprar un
batidora nueva? El informe de CEOE también tiene respuesta para eso.
Fundamentalmente, precisa, porque “la renta disponible de las familias seguirá
afectada negativamente por el descenso del empleo, la elevada tasa de paro, la
moderación en el ritmo de crecimiento de los salarios y la subida de impuestos
como IRPF o el IVA”. O sea, que vamos por el buen camino.
¡El empleo! ¡Por fin, el empleo! La patronal
también tiene previsiones sobre eso. Y son catastróficas, aunque resulta
curioso que el servicio de estudios subraye ahora que ha sido la vuelta a la
recesión de la economía española la que ha ocasionado una “nueva espiral de
deterioro” en el mercado laboral. Las cifras que pronostica CEOE hablan de
800.000 empleos perdidos en 2012 (con una tasa de paro del 25,2% de media) y de
otro incremento (hasta rozar los 6 millones de parados) en 2013, cuando la tasa
de paro se situará en el 26,5% de media”. Y eso con reforma laboral, que si no…
El informe pronostica también que el Gobierno no podrá cumplir con los
objetivos de déficit comprometidos con Europa y que las perspectivas siguen
siendo muy negativas en cuanto a la inversión, que se reducirá un 11,7% en 2012
y un 6,4% en 2013.
Lo cierto es que en lo que a los datos se refiere, las previsiones de la
patronal no tendrían que variar mucho de las que pusiera sobre la mesa el
gabinete de estudios de cualquier central sindical. La diferencia entre las
unas y las otras está en qué hacemos con la bomba de relojería que tenemos
entre las piernas. Esto es, si cortamos el cable rojo o si, por el contrario,
cortamos el azul. Los sindicatos -entre otros- dicen que hay que dar marcha
atrás, cambiar el rumbo y apostar por la inversión pública y los estímulos a la
creación de empleo, mientras que la patronal, y el Gobierno, dicen que no, que
hay que seguir en esta dirección: cumplir los objetivos de déficit del conjunto
de las Administraciones Públicas e, incluso, “llevar a cabo una reforma
profunda del sector público”.
A lo que deja entender, la patronal estima que por esta paquidérmica senda
algún día tendremos que llegar no al cementerio, sino al abrevadero de los
elefantes y que, a partir de ese mágico momento -el Xangrila que nadie
sabe cuándo llegará- las fuentes volverán a saciar de aguamiel a los
habitantes de Bobaliconia. Lo que no sabemos es si para entonces los bobaliconios
tendremos ganas de comprar una batidora nueva o si, por el contrario, optaremos
por seguir haciendo la mahonesa a huevo, con la varilla y el almirez, como la
abuela, con el único objeto de que los empresarios alemanes, y los españoles, y
los de Singapur, se metan sus bonitas y sofisticadas batidoras por el culo…
Total, para lo que nos pagan.
PASCUAL GARCÍA
Fuente: cuartopoder.es
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