Desde luego, con tres o cuatro embajadores con la misma pericia
dialéctica que la mostrada por el Rey en sus declaraciones a los medios
de comulación, el Gobierno del PP se puede ahorrar todas sus inversiones
en publicitar ‘la marca España’, ya que será difícil contrarrestar ante
el mundo exterior la visión extremadamente pesimista que supuestos
observadores y conocedores privilegiados de la realidad española van
sembrando a los cuatro vientos.
En concreto, el monarca ha explicado que España se ve desde fuera
"mejor", pero que desde dentro del país "dan ganas de llorar". Por si
esto fuera poco, en un viaje que, al menos oficialmente no tiene otro
sentido que explicar a los empresarios indios que merece la pena hacer
negocios con nuestro país, el rey ha ‘redondeado’ sus palabras
subrayando que hay que en España hay que andar "con un cuchillo en la
boca y una sonrisa" si se quiere sortear la crisis. Afortunadamente, el
Rey no se ha sentido en la necesidad de explicar a quien destina el arma
y a quien el gesto amistoso.
En una frase muy equívoca, el monarca se ha mostrado muy pesimista sobre
la evolución del país, subrayando que "cuando la espita se cierra,
cuesta", si bien, completando la frase con los recursos habituales que
dictan las escuelas de marketing, ha manifestado que en un futuro va a
haber "resultados".
Fiente: http://www.diarioprogresista.es
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