Hablar a estas alturas de la
crisis, de quienes la provocaron o de quienes la estamos pagando es algo más
que reiterativo. Los españoles hemos
aprendido, en estos últimos meses, más del significado de términos económicos
que en toda nuestra vida. Esta situación nos ha hecho hacer un master acelerado
en economía.
Sin embargo, a pesar de saber que
la prima de riesgo no se llama Loli, ni vive en el tercero, pero que tiene una
mala leche que ni te cuento; a pesar de ello, seguimos adormecidos o poseídos
por el engañoso hechizo lanzado por el
PP: “No hay otra salida”.
Nos suben el IRPF y el IVA, bajan
las prestaciones a los parados, ayudas a los dependientes, becas,
investigación, mantenimiento de espacios naturales, educación, sanidad,
salarios a funcionarios, copago farmacéutico, subvenciones a la cultura y un
largo etcétera que no ha hecho nada más que empezar.
Todas las medidas tomadas hasta
la fecha recaen sobre los bolsillos de los trabajadores, y lo peor de ello es
que, según nos dicen, es para “beneficio nuestro y de nuestros hijos”. Nos lo
pintan como una vieja película de Oeste en la que una caravana de colonos pasa
penurias extremas en su largo viaje hasta el edén prometido. Para el PP,
nosotros somos esos colonos y ellos son la salvadora caballería que nos guía
sanos y salvo a nuestra meta dichosa.
Mentiras y mas mentiras, esto no
es un film del salvaje oeste, esto es una gran tragedia. Nos cuentan cuentos y
mas cuentos, lo que no saben es que, como decía el poeta Leon Felipe, sabemos
todos los cuentos:
Digo tan sólo lo que he visto.
Y he visto:
Que la cuna del hombre la mecen con cuentos,
que los gritos de angustia del hombre los ahogan
con cuentos,
que el llanto del hombre lo taponan con cuentos,
que los huesos del hombre los entierran con cuentos,
y que el miedo del hombre...
ha inventado todos los cuentos.
Yo no sé muchas cosas, es verdad,
pero me han dormido con todos los cuentos...
y sé todos los cuentos.
Hora es ya de despertar de este
sueño de pasividad activa, y convertir en grito de guerra el nuevo mantra del
PP: “¡Que se jodan!”
El exabrupto de su señoría nos
encamina a la otra gran crisis que en paralelo se está produciendo, la social,
la de los recortes de derechos. Porque cada recorte económico lleva consigo un
recorte social.
La diputada Fabra ha tenido la
decencia de quitarse, por fin, la máscara de bondadosa ignorancia que tenía su
partido, para mostrar con toda su crudeza la verdadera faz del PP
¡Que se jodan!
Si no tienen sanidad. ¡Que se jodan!
Si la enseñanza es de mala
calidad. ¡Que se jodan!
Si recortamos en derechos
civiles. ¡Que se jodan!
¡Que se jodan!
La pregunta es: ¿hasta
cuándo? Hasta cuándo seguiremos
permitiendo esta continua violación a nuestros derechos ¿Hasta cuándo?
No es una cuestión de izquierdas
o derechas, es de todos; las medidas tomadas por el Gobierno nos afectan a
todos por igual menos a los defraudadores, a las grandes fortunas, la Iglesia,
la banca o la familia Real.
Por ello es hora ya que los
ciudadanos de este país, aquellos que estamos pagando político, social y
económicamente esta crisis que no hemos provocado, digamos ¡basta!
Es necesario que lo digamos un
día y otro, y otro, hasta que este gobierno y, en el futuro, cualquier otros e
entere de que no se puede gobernar a espaldas de aquellos que les otorgaron la
confianza para la gobernanza: nosotros, los ciudadanos.
¡Que se jodan! Que se jodan
ellos, que esta crisis la paguen quienes
la crearon, no los ciudadanos.
¡Que se jodan!
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