lunes, 13 de agosto de 2012

Queremos ya el fin de la transición a la democracia


El paradigma del hijo de papá es D. Felipe de Borbón. Pretende, ¡vaya tupe! heredar el empleo que su padre recibió del dictador y golpista General Franco, el mismo que, no lo olvidemos nunca, acabó con la última democracia que hubo en España: la de la II República.

Muchos esperamos que no ocurra. En el bautismo católico se renuncia a “la herencia de Satanás sus pompas y vanidades”. El hijo del rey heredero del franquismo ha sido educado para “aceptar la herencia de Satanás (Franco) sus pompas y sus vanidades”. Está dispuesto, como su padre, a ser el obstáculo, ¡hereditario!, que impida concluir la prometida transición a la democracia, usurpando lo que no es suyo, pues se lo dio el dictador que se lo robó al pueblo: ¡la soberanía!

Si la herencia fuera una finca, ¿lo es?, los verdaderos herederos presentaríamos una reclamación ante los tribunales. En Prusia un molinero denunció al Rey por abuso de poder. Le dijo: “Señor, ¡todavía quedan jueces en Berlín!”, tenía razón para confiar en ellos. ¿Podemos tener nosotros esta misma confianza en nuestros jueces?

¿Qué nos espera a nosotros? De entrada la pregunta es reveladora. Como durante todo el período de la dictadura el pueblo no se pregunta ¿Qué quiero?, se pregunta ¿qué me espera?; es decir, que van a decidir otros sin que yo tenga voz en el asunto.

La realidad es que nos espera lo que nosotros queramos. Basta querer. Salir de esta tumba democrática en la que nos sepultó el golpista y dictador General Franco, del que es fiel heredero D. Juan Carlos I. Como le dijo Cristo a Lázaro: “levántate y anda”

Pero el pueblo está muerto o paralítico; está alienado. Le pasaron de la dictadura a la tomadura de pelo actual prometiéndole una transición a la democracia que no existía. Solo pasamos de un rey franquista con los Principios del Movimiento a un rey franquista con la constitución. Nunca pudimos elegir recuperar la soberanía democrática, es decir, culminar la transición. El Titulo II de la CE78, “De la corona”, es lo que dijo Franco “”atado y bien atado”.

Si el pueblo heredero – la soberanía nacional reside en el pueblo de donde emanan todos los poderes del Estado – no pleitea contra este nombramiento ilegal, que tiene su origen en la decisión del dictador y golpista General Franco, el que, no lo olvidemos nunca, acabó con la última democracia que hubo en España: la de la II República. Quizá quieran aplicar la norma de la usucapión que permite que quien se apropia de una finca – España – actuando como si fuera su dueño, sin serlo – durante más de 20 años, adquiere la legitimidad como propietario.

Legalizar esa situación exige cambiar el art. 1.2,CE78, para acomodarlo al nuevo fraude.

1.- La soberanía reside en el rey de España, nombrado por el dictador y golpista General Franco, y nunca podrá ser cuestionada por el pueblo español.

2.- No obstante, el soberano permite al pueblo elegir a sus representantes a nivel nacional, autonómico y local, y en los demás ámbitos, según establezcan las leyes.

3.- Los españoles que ocupen algún cargo público, elegidos por el pueblo, o designados por mérito propio, deberán jurar su acatamiento a la soberanía del Rey.”

Pero es posible que el pueblo recupere la soberanía que le arrebató el golpista y dictador General Franco y sus herederos, cuya legitimidad es aquel referéndum para la herencia monárquica; una pamema como todos los de Franco y no tiene ningún valor jurídico. Pero la historia demuestra que el pueblo sólo aguanta dos reyes ilegítimos consecutivos:

1.- a Fernando VII, que también le arrebató el trono a su padre, el rey más felón de todos los reyes que hemos sufrido – y los hubo de talla - lo nombró un golpista, el General Elio. Heredó “la finca” Isabel II a la que el pueblo puso en la calle.

2.-a Alfonso XII lo nombró otro golpista, el General Martínez Campos. Heredó “la finca” su hijo Alfonso XIII. Pese a que, como el cuñado Juan Carlos I de Franco, se dio un autogolpe militar – Dictadura del General Primo de Rivera - también el pueblo lo puso en la calle.

3.- a Juan Carlos I de Franco, que también le birló la herencia a su padre, lo nombró otro golpista, el General Franco. ¿Finalizará el la transición a la democracia proponiendo la proclamación de la república? Si no es así cuando D. Felipe de Franco herede “la finca” debe saber que el precedente histórico es que sea a él al que el pueblo ponga en la calle.

Finalizar la transición a la democracia proclamando la República permitiría a D. Felipe ser electo democráticamente Jefe del Estado. Ninguno de los dos es demócrata: son Borbones.

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